"La autenticidad no solo significa que no estás filtrando lo que estás diciendo, sino que se trata de que eres capaz de conocer y acceder a las mejores partes de ti mismo y presentarlas". AMY CUDDY

Mi nombre es aurora

Crecí bajo los patrones de alguien que decidía por mi. Con 22 años empecé a viajar, algo que no sólo me dió nuevos recursos para la vida, si no que me abrió los ojos a la realidad en la que había crecido.

Abrir los ojos trajo consigo mucho dolor, al no sentirme identificada con el personaje que había construído en base a lo que querían que fuese. En definitiva, parecía que en el mundo no había hueco para mí.

A pesar de todo, siempre mantuve una convicción que a día de hoy me sigue salvando:

“El cambio es lo único que permanece”.

Sabía que aunque tuviera episodios malos siempre habría un cambio y ese escenario llegaría a un fin.

Esta certeza sobre el cambio me mantuvo siempre en búsqueda y como desde pequeñita conectaba con la gente y entendía su malestar, encontré en ello mi profesión. Comencé a estudiar psicología pero en el camino...

Descubrí la intervención estratégica

Estudié Intervención Estratégica en la única Academia en Español que sigue los pasos de Tony Robbins (INDESER), donde afiancé los pasos a seguir para acompañar en el camino a aquellas personas que deciden salir del fango.

La Intervención Estratégica es una herramienta que permite pisar el acelerador y tratar un problema en su raíz.

Aprendí todo sobre creencias limitantes, mapas mentales, jerarquias de valores, normas, necesidades emocionales... todo lo que necesitaba para desentramar las películas que nos contamos.

Con la intervención estratégica, se trabaja desde tu emoción enquistada, tu creencia limitante o tu freno de mano echado en la vida... Vamos al eje emocional del asunto y lo liberamos. Llevo a mis espaldas horas de soluciones individualmente encontradas para pacientes y a la vez, en mi búsqueda por el bienestar común generé la divulgación al aire libre a través de "rutas conscientes".

Quiero que la humanidad deje de perder el tiempo lamentándose de sus heridas. Si estás preparado/a para entenderlas, curarlas y soltarlas de una vez entonces, ¡podemos trabajar juntas!